Hola,
hoy he ido a montar en quad. No era la primera vez que lo hacía. De hecho, en las últimas vacaciones que hice a Túnez, monté por primera vez, y me gustó tanto, que llevaba tiempo intentando repetirlo.
Esta vez ha sido en Ávila. Nuestro monitor, Miguel, se ha portado súper-bien con nosotros y ha sido un guía excelente. Los caminos no tenían mucha dificultad (según él, ja, ja) y nos ha gustado mucho.
El tiempo ha sido lo único que no nos ha agradado, y perdonad que esto lo cuente con un punto soez y grosero que, como ya sabéis, me caracteriza de vez en cuando. Y hoy os aviso porque me siento educada.
Pues, ha llovido, han caído chuzos de punta, ha diluviado, caían jarros de agua del cielo, nos han meado y podría seguir con taaantas otras bonitas metáforas con las que os podría ilustrar!. Pero creo que ya lo habéis pillado. Era como en los dibujos animados, cuando les persigue una nube que llueve allá a dónde vayan.
Me he montado y lo primero que he hecho ha sido comerme dos mosquitos porque yo soy así. A continuación, han empezado a caer unas gotitas, que, alegremente, nos han amenizado esa parte de la ruta, y que, de paso, me han ayudado a tragarme dichos mosquitos, después de toser hasta casi vomitar. Bah, ya los cagaré.
Hemos seguido con una parada en la fortaleza de Don Álvaro de Luna, (ajá, muy bonito ) y ahí, ya ha empezado a jodernos la puta lluvia. A todo esto, por supuesto que NO llevábamos la ropa adecuada, porque, ¿ quién se iba a imaginar que Noé se acordaría de nosotros cuando íbamos por esos caminos de Dios? Al volver para montarme en el quad de nuevo, he notado que la entrepierna me hacía
chof, chof. Era como si llevara el
pepe metido en un charco permanente. Así que, nada, he ido todo el resto del camino viendo agua salir por el cinturón del pantalón cada vez que cogía un bache. Y he seguido acordándome del puto Noé y de su patera de los cojones. En la ruta he visto dos caballos, dos conejos, dos vacas y dos gatos ( y los dos mosquitos que me he tragado), y me han dado ganas de gritarle: LLevátelos ya, cojones, que se me va a quedar el chocho más congelado que los huevos de un cura.
Total, por la tarde he tenido sesión de Spa para relajarme. Un sitio muy bonito, con decoración árabe en la entrada y una chica muy agradable que nos ha animado a disfrutar. Pasamos dentro con toalla, zapatillas de papel ( me han dado las dos del pie izquierdo) y un gorro de esos que te pega las orejas para siempre a la cabeza. Parecíamos dos condones. Un momento precioso.
Os comento el circuito:
1º- Piscina: Un grifo que parece un cuello de cisne, del que salían chorros a la máxima potencia, me ha proporcionado un masaje en el ídem. Ahora soy "La Sincue", es decir, Sin Cuello.
2º- Termas: qué calor chiquillo!!! Si pongo un pollo muerto en las piedras, lo revive, lo revive!!!
3º- Ducha escocesa: Claro, ya se porqué se llama escocesa: porque es como se te dieran con una manguera en las pelotas mientras llevas el
kilt puesto. Nunca le he visto los huevos tan pequeños a mi marido.
4º-Jacuzzi: Unas estupendas burbujas a buena temperatura. Ya quisiera Noé y su puta prole.
5º- Sauna: Como su propio nombre indica, no sé para que hemos entrado. No podía respirar con ese calor. Con el esfuerzo, se me han salido los dos mosquitos por la nariz.
6º- Ducha nebulizada: Bonito nombre para una escopeta de pelotas congeladas disfrada de ducha. Que yo también veo CSI.
7º- Pediluvio: Caminas descalzo sobre piedras mientras chorros de agua del infierno alternados con otros del Perito Moreno te dejan las espinillas tiesas. Sadomasos del mundo, animaos!!
8º- Baño turco: Qué calooorrr otra vez!!! Me sudaban hasta los dientes!!
9º- Ducha de esencia: Esencia??...Esencia de qué??? Pero qué esencia son 5 chorros de agua congelada en la cabeza?? De Walt Disney??
Cuando hemos salido por recepción, estaba taaaan relajada, que me han dado ganas de estamparle dos hostias a la de recepción. Y para esto 100 eurazos?? La próxima vez que se me ocurra salir de casa porque tenga el fin semana libre, por favor, que alguien me los meta en la boca.
Gracias.
