viernes, 10 de julio de 2015

Regalos españoles a una cuasi-guiri y Burguer Polilla

Hola,




 El otro día aterrizó directamente mi cuñada desde el sur de Alemania en Madrid. Digo aterrizó más que nada porque al llegar, según metro de Madrid, metió el pie entre coche y andén,

Eso es una cosa que a día de hoy sólo hacen los guiris, y como lleva 10 años en Alemania yo creo que quiso celebrarlo. Con lo poco religiosa que es y se quedó rezándole a la Virgen de rodillas. Qué hostia se dió. Regalo: pata tiesa y un mes de reposo.

                                                           


                                                                                                        Después va y dice la cachonda que qué calor hace en Madrid.



Claro, es lo que tiene hacer cosas de guiri cuando viene, como irse a pasear por Madrid por la tarde..no te digo ná...con los alemanes escandalizados con esos peacho 25º C al sol en pleno mediodía en Alemania cuando hay ola de calor, no podía creerse los 49º C de Madrid a la sombra... boqueando como los perros por las esquinas volvió...Regalo: golpazo de calor y 3 días en la cama con el aire acondicionado conectado a una sonda.




Pues entre unas cosas y otras va y le entra el hambre. Dice que está muy muy harta de perritos y chucrut, que si vamos al Burguer. La verdad que a 49º C a mí tampoco es que me apetecieran unas lentejitas bien calientes, así que pos vamos.
Llegamos a una famosa cadena de hamburgueserías y nos pedimos un menú. Nos lo comemos todo todito y nos lo bebemos todo todito. Al terminar, a mi cuñada se le ocurre abrir la tapa del vaso. Pero qué coño...???!!!!!! Literalmente los que vimos fue esto entre los hielos:

Os lo creéis? Os juro por mi padre que esto es cierto. Yo, que estaba embarazada, noté como que mi hijo quería salir y decirme:: mamá, has visto? hay una puta polilla de 10 cm en el vaso de mi tía!!!!!!! Deja que me monto. Digo si es que le ha tocado a ella porque ya tiene cara de guiri.
Y ahora viene lo bueno y completamente exacto a como pasó: buscamos a una de las chicas que había por el local y le decimos que hemos encontrado un cadáver listo para la autopsia en nuestro vaso de refresco. Se lo enseño. Nos dice que lo siente mucho. Que son cosas que pasan..y se lleva el vaso.
Mi cara:


Voy a buscarla otra vez, un poco calentita ya..

La encuentro. Le digo que llame al encargado/a YA. Me parece una cosa grave como para esa contestación, no? No sé.

El vaso ha desaparecido. Veo en la zona de llenado de vasos frente al público una actitud un tanto sospechosa con dos personas mirando los vasos a medida que los llenan. Sale una chica de la barra donde toman los pedidos. Se lo cuento de nuevo pero sin vaso, porque lo tienen ellos. Me dice que lo siente muchísimo, que nos pide disculpas. Cuando voy a decir OK, me dice que se lo ha dicho a  su jefe para que lo sepa. ...

Mi cara:

Ehhh, perdona? Que está tu jefe ahí? Me dice sí, el que está llenando los vasos... - Ahh, y porqué no sale? Dile que salga, que salga...(O sea, está el tío ahhí desde el principio y NO HA SALIDO NI PARA PEDIR DISCULPAS.)

Mi cara:


Sale. 
Su cara: 

- Sí, dígame qué le pasa... ( ni hola buenas tardes...)
- Bueno ha tardado un ratito en salir, no?? qué estaba haciendo en la máquina de llenado? revisando las bebidas, no?
- No. (TENDRÁ CARA EL TÍO...SI LE HE VISTO!)
-Ya. Cómo que qué me pasa? No se lo han contado todavía? si lo sabe medio local ya..
- Sí, si me lo han contado
- Entonces para qué me pregunta?
- Es muy raro que pase lo que ha pasado. Ha debido caer cuando ya le hemos entregado el vaso.

Mi cara:

Le digo: - Eso es imposible.
- Porqué?
- Porque los vasos salen con tapa de la barra
-...Ah, pues se habrá metido por algún conducto del aire, no podemos evitarlo.  Si quiere le enseño el local para que vea las medidas que tomamos tan estrictas para que esto no ocurra..
-Ya , pero a mí me ha ocurrido..está claro que puede volver a pasar y que no quiero ver su local porque eso no me soluciona nada..está claro que su sistema no funciona si puedo encontrar en mi menú un extra que no he pedido. Y si no lo pueden evitar, puede pasarle a otra persona


El tío ahí, discutiendo..qué estilo, qué consideración hacia sus clientes...yo flipándolo. Ni una disculpa hasta ahora. Empieza a ponerse chulito.
-Y bueno, ...( como despachándome ya...)
- Ah, pues nada..pues ya está. Mi cuñada se bebe medio litro de refresco con una polilla de 10 cm. dentro y ya está. Nada más?
-Pues no sé qué quiere que haga más.

Mi cara:

- Pues no sé...eh por ejemplo pedirnos disculpas, devolvernos el dinero del menú y poner otro sistema, porque éste está claro que no funciona.

Y me dice el muy sin vergüenza:
-Ya sabía yo que lo único que estaba persiguiendo era que le devolviera el dinero.

Mi cara:

- Pero si me ha preguntado Ud...


Y después de un momento de silencio...

 No os pongo lo que le dije en medio del local, pero si os digo que cambió el argumento y me dijo encantado me devolvía el dinero de los menús y que me pedía disculpas.
Bien- digo- y ahora la hoja de reclamaciones.

Su cara:

-Está bien, se la traeré...

A mi cuñada le entró de repente la vena española y quiso pegarle con la muleta, pero conseguimos evitar la tragedia. Regalo:: polilla de 10 cm y una úlcera.
Hay que joderse con el pavo.


Bueno, creo que al final ha tenido que salir a dar panfletos a la puerta de a hamburguesería así:

Que le den a él y al Burguer Polilla.

Besos,

July

jueves, 2 de julio de 2015

MIS ***** VECINOS



Hola,

mientras escribía la anterior entrada, han llegado mis vecinos de arriba, y como de costumbre, han hecho lo siguiente: mi vecino entra en su casa - lo sé por el tsunami de Java, lo produjo él con el portazo de aquel día - creo que los del Ritz le han pedido la puerta prestada, da vueltas mejor que la del hotel), sus perros se han puesto a saltar como locos tirando todos los muebles con cajones que contienen canicas (no sé, deben tener los cajones llenos sólo para que las tiren los perros) y a continuación ha llegado ella con sus puñeteros tacones, que parece que los tiene atornillados al tobillo porque no se los quitaría ni para ir a la vendimia.
Seguidamente se han peleado a voz en cuello durante más de una hora, y diciendo cosas estilosas como: que los vecinos me coman el coño, me suda el coño y esto es un tocar de pelotas, mientras los perros seguían brincando en mi techo como si fuera la puta fiesta canina del año. Después han movido los muebles arrastrándolos por todo el suelo de los cojones, se han duchado con la ventana del baño abierta y me han mojado la puñetera ropa que tenía tendida. A continuación han puesto la música como si Camarón hubiera resucitado, ella ha taconeado como si matara cucarachas (sí, lo habéis adivinado, con sus putos tacones atornillados) y también han puesto la tele con el fútbol tan alto que el del anuncio del Whisper XL habría tenido que fabricar un Whisper XXXXXXXXL para oirnos en mi casa.
Cuando ha terminado el partido se han puesto a celebrarlo dando golpes en el suelo, brincando con los perros, que ahora deduzco que son sordos, y ya a eso de las 12 de la noche, él ha cogido la taladradora y se ha puesto a hacer la obra de El Escorial hasta las dos de la mañana, hora peninsular.
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Mierda. Sabía que tenía que haber comprado esa motosierra al moro. Sin acritud, que somos vecinos. (Si no entendéis, ver Historias reales, parte I. Lo entendéreis muy bien.).
Besos,

July