martes, 12 de abril de 2011

CUENTOS CHINOS Y LEYENDAS URBANAS


Hola,

después de un gran parón vuelvo para contaros un cuentecillo chino para celebrar el año del Conejo, a ver si os gusta.

Esto eran unos chinos que pusieron una peazo de cacho de nave industrial al lado de mi casa con productillos necesarios de esos que venden ellos, tales como pegatinas de la Bella y la Bestia, películas ¿eróticas? o zapatos para plastificarte los pies. Un día tenebroso, de esos que te cagas vivo si miras por la ventana porque han desaparecido los comercios y tu calle parece un vídeo juego en el que los chinos se han cargado al resto de la humanidad, recibo una llamada desde Alemania...de un chino alemanizado, quizás? Nol. De mi cuñáaaa, que vive allí. Y me dice con tono de adivinadora con bola: -tened muucho cuidado con los chinos de la nave industrial..y yo le digo: -pooorrrrrr? Y dice:-porque el otro día fue una pareja a comprar, a eso de la hora de cerrar (costumbre muy typical spanish) y el marido decidió fumarse un cigarro fuera (no por costumbre, sino por obligación) y su mujer entró. Ya era la hora de cerrar y la mujer no salía, y el marido quiso entrar a buscarla, a lo que los chinos le dijeron que ya estaba celado. Y él dijo:-pero mi mujer está dentro!!! Y los chinos: nono, aquí no habel nadie...! Entonces el hombre, ante la imposibilidad de entrar a la tienda, decide llamar a la policía. Ésta llega rápidamente ¡con una orden de registro! (ya quisiera Horatio esa eficiencia sin Luminol). Por fin consiguen entrar y se ponen a buscar a la mujer...la encuentran en un cuarto lóbrego, drogada (los negocios chinos dan pa mucho), con la cabeza rapada ¿? Y con todo preparado para extraerle los órganos!!!!!
Y en ese momento clímax ya no puedo más y me parto y me mondo. Y digo: -cuñáaaaaaa...! Que una cosa es que compres en sus tiendas y cuando vas a devolver algo se hagan los suecos, y otra que se empollen 7 años de carrera, se hagan el MIR, unas prácticas y luego se dediquen a operar en sus tiendas con otra cosa que no sea un ordenador! Ah! y el curso de peluquería de CCC! que no falte ese rapado!!!!!. Yo estoy pensando en poner un cuarto lóbrego al fondo de mi tienda para esos clientes especiales de última hora...

Besos,

July