jueves, 2 de julio de 2015

MIS ***** VECINOS



Hola,

mientras escribía la anterior entrada, han llegado mis vecinos de arriba, y como de costumbre, han hecho lo siguiente: mi vecino entra en su casa - lo sé por el tsunami de Java, lo produjo él con el portazo de aquel día - creo que los del Ritz le han pedido la puerta prestada, da vueltas mejor que la del hotel), sus perros se han puesto a saltar como locos tirando todos los muebles con cajones que contienen canicas (no sé, deben tener los cajones llenos sólo para que las tiren los perros) y a continuación ha llegado ella con sus puñeteros tacones, que parece que los tiene atornillados al tobillo porque no se los quitaría ni para ir a la vendimia.
Seguidamente se han peleado a voz en cuello durante más de una hora, y diciendo cosas estilosas como: que los vecinos me coman el coño, me suda el coño y esto es un tocar de pelotas, mientras los perros seguían brincando en mi techo como si fuera la puta fiesta canina del año. Después han movido los muebles arrastrándolos por todo el suelo de los cojones, se han duchado con la ventana del baño abierta y me han mojado la puñetera ropa que tenía tendida. A continuación han puesto la música como si Camarón hubiera resucitado, ella ha taconeado como si matara cucarachas (sí, lo habéis adivinado, con sus putos tacones atornillados) y también han puesto la tele con el fútbol tan alto que el del anuncio del Whisper XL habría tenido que fabricar un Whisper XXXXXXXXL para oirnos en mi casa.
Cuando ha terminado el partido se han puesto a celebrarlo dando golpes en el suelo, brincando con los perros, que ahora deduzco que son sordos, y ya a eso de las 12 de la noche, él ha cogido la taladradora y se ha puesto a hacer la obra de El Escorial hasta las dos de la mañana, hora peninsular.
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Mierda. Sabía que tenía que haber comprado esa motosierra al moro. Sin acritud, que somos vecinos. (Si no entendéis, ver Historias reales, parte I. Lo entendéreis muy bien.).
Besos,

July

2 comentarios:

alcorze dijo...

Menudos hijos de puta. Según las ordenanzas de casi cualquier ayuntamiento hay cosas, como taladrar, que no se pueden hacer a determinadas horas. Yo, tras hablar con ellos y si no cambian, los denunciaría. Quien sabe, como estamos en elecciones igual sirve de algo.

July Andrews dijo...

Si hijo sí...y encima ella finge en la cama, y por cierto, bastante mal...ja ja ja